Cuántas cosas se dicen y se hablan de este San Miguel. Y cuántas se dijeron y se hablaron esta semana! Desde los medios de comunicación (partidarios o no) se hicieron eco de informaciones muchas veces erróneas o que responden a un cierto sector para un beneficio personal o grupal. Es cierto, también, que en otras ocasiones coincidieron con la realidad. Pero, ¿cuánto de todo esto le hace bien a San Miguel? Casi nada.
Se ha dicho que este partido, sea, tal vez, el último de Jorge Vázquez cualquiera fuese el resultado. Y hasta se postularon a diferentes directores técnicos como el ayudante de campo de Santorelli, Garabelo (se iría con Pekerman a Rumania), a Adrián Álvarez (conocemos su postura cuando jugamos las finales para no descender) y a Juan Tradito. Lo cómico de todo esto es que los rumores (hasta se llegó a decir quiénes pretenden a cada D.T.) se hace cuando San Miguel aún tiene entrenador. ¿Cómo es posible esto? Nos quejamos cuando Laferrere se llevó a Santorelli teniendo trabajo en San Miguel pero se hace lo mismo puertas adentro… Entonces?
Que si se va Vázquez, se iría Ramos es otra posibilidad. Aunque sería hablar de futurología. Y no pienso hacerlo. Pero el Trueno Verde pasa por un delicado momento donde hay muchos caciques (o quieren serlo) y pocos indios. No se los puede controlar. Se creen los dueños del club. Ponen gente sin el aval legal de nadie. Recordar caso Villabona y los personajes mencionados en el papelón nacional recordado con Conferencia de Prensa, incluida.
Cómo pretender, entonces, que se acerquen comerciantes (o sponsors) para colaborar con el club. Este presente institucional es lamentable. Todos hablan, todos opinan. Muchos hacen leña del árbol caído en “sintonía” con personajes que quieren comprar la quiebra y vender al club. Basta. Estoy podrido de estos personajes que cagan más allá de los que les da el culo. Basta.