1 DE JULIO, EL DÍA DESPUÉS
La pandemia nos trajo otro capítulo en la historia moderna del Verde, esa que ya tenía descensos, quiebra, ascensos, frustraciones, ídolos nuevos, grupos de hinchas que ponen el hombro al club, otros que echan técnicos/provocan el cierre del estadio, dirigentes políticos que devienen en deportivos, simpatizantes colaboradores del fútbol, periodismo partidario de análisis/complaciente/opositor/a sueldo, y ni hablar de lo que sucede en la vida diaria de la sede de calle D'Elia. Otro capítulo es el de este martes 30 de junio, el del "que se vayan todos" que se oyó desde San Miguel.
Hoy, un día después, las repercusiones siguen. Las redes sociales se ahogan en opiniones, los ¿colaboradores? salen a hablar por medios televisivos nacionales, los ¿dirigentes? aparecen en radios de alcance ampliado, los jugadores que quedaron libres también dejan de lo suyo. Pero, en este punto sería bueno detenerse para revisar aquello que generó el último gran revuelo: la decisión de liberar a un plantel mal armado por Matías Di Cicco, con la veña de "dirigentes" y "colaboradores", en este contexto complicado para todo el mundo.
Abrimos debate:
1. Está bien, el club no tiene por qué sostener a jugadores que no van a salir a la cancha, y menos si no hay ningún ingreso por el parate de la competencia.
2. Está bien, si el club no puede mantener los sueldos, lo ideal es que los jugadores queden libres y puedan percibir el subsidio que prometieron AFA y Agremiados a quienes estén en esa condición hasta fin de año.
3. Está mal, ya que hay que asegurarse, al menos, una base desde la cual pensar en el plantel para la próxima temporada. Por eso, debieron acordar con seis o siete jugadores para que no vayan a otro club.
4. Opino otra cosa, ¿cuál?
