Se sabe, en el truco cada naipe tiene el valor que tiene y el que cada jugador logra persuadir que tiene. Es en este momento que entra a jugar el cálculo subjetivo; en otras palabras, la pregunta por el ¿qué hará el otro si yo hago tal cosa? forma parte de la estrategia. Anticipar, adelantar.
Si tenemos un cuatro de copas, hagámoslo un ancho de espadas, pero bien se sabe que si esa carta, el cuatro de copas, no está rodeada de otras con un valor tal que me permita potenciarla de nada nos sirve. Esta idea se puede trasladar al fútbol, sin ningún problema. Es más, de seguro a estas alturas Omar Santorelli estará preparando el partido con Barracas Central, y el plan de juego, la estrategia debe formar parte de sus ocupaciones. El entrenador deberá analizar los naipes con los que cuenta y, a partir de ello, preparar lo mejor posible a sus jugadores.
Si tenemos un cuatro de copas, hagámoslo un ancho de espadas, pero bien se sabe que si esa carta, el cuatro de copas, no está rodeada de otras con un valor tal que me permita potenciarla de nada nos sirve. Esta idea se puede trasladar al fútbol, sin ningún problema. Es más, de seguro a estas alturas Omar Santorelli estará preparando el partido con Barracas Central, y el plan de juego, la estrategia debe formar parte de sus ocupaciones. El entrenador deberá analizar los naipes con los que cuenta y, a partir de ello, preparar lo mejor posible a sus jugadores.

Después de la desilusión del partido pasado es momento de barajar y dar de nuevo. El técnico trabajará en los días que quedan hasta el sábado para armar el mejor dibujo táctico posible, dará forma a una estrategia integral, de tal manera que el Trueno este listo para resolver las diferentes situaciones que el planteo de Juan Carlos Kopriva le presente. Esta de más decirlo, Barracas dispone de una mano más que interesante y en casa querrá gritar "¡quiero vale cuatro!". A jugar señores.