** EMPATÓ EL TRUENO VERDE EN PUERTO MADRYN * FUE 1-1 ANTE GUILLERMO BROWN * EL GOL LO HIZO IVAN ANTÚNES * LA 8° FECHA SERÁ ANTE AGROPECUARIO EN LOS POLVORINES * SIEMPRE SAN MIGUEL

EDITORIAL - LA BARBARIE EN LA QUE VIVIMOS

EL QUE ESTE LIBRE DE CULPAS,
¿QUÉ ARROJE LA PRIMERA PIEDRA?
Desde el mismo momento en el que Nicolás Lamolina dio por finalizado el juego entre CADU y San Miguel, los incidentes vividos el último miércoles en Zárate se convirtieron en noticia en el mundo del ascenso.
Cuando nos enterábamos de la agresión sufrida por los jugadores Gustavo Sosa y Victor Hugo Ojeda en las afueras del estadio de Villa Fox por parte de la barra local, y la posterior reacción de quienes acompañaron al plantel del Trueno, queda claro que en un número mayor que lo permitido por AFA desde la prohibición de asistencia para los visitantes, ya desde entonces, las cosas empezaron a tomar un rumbo que los hechos del final no harían más que confirmar las impresiones que podíamos tener dada la tensión que se vivió en el estadio durante los noventa minutos. Los cruces verbales fueron constantes durante el partido, situación que no sólo tuvo como protagonistas a quienes estaban detrás de los alambrados, puesto que ciertos futbolistas, en especial del conjunto local, jamás dieron lugar a la calma, algo que, dicho desde la imparcialidad con la que creo se deben tratar estos temas, tampoco promovieron ni dirigentes de San Miguel ni dirigentes de Defensores Unidos de Zárate.
Las cosas de desmadraron desde el principio, por ello, lo ocurrido poco antes de que cayera la noche en Zárate no deja de convertirse en una cadena de responsabilidades, que menos que a nadie exime a los encargados del operativo policial. No se puede mirar para otro lado, los destinados a la revisión de estos casos de violencia deben llegar a fondo.
Por otra parte, la mal intencionada forma de tratar los sucesos del miércoles de una parte de la prensa de alcance nacional y local, o bien intencionada, depende de los intereses que se quieran proteger, no hacen más que embarrar la cancha. La justicia deportiva, tan mal tratada desde hace tiempo, tiene que encontrar los resortes para despejar el panorama de esta violencia social trasladada al fútbol, pero cuidado, violencia no es sólo un golpe o un insulto. Violencia también es tergiversar los hechos para cubrir con un manto la realidad, hasta que se termine por olvidar lo que pasó.
La justicia ordinaria, por así decirlo, con diligencia tiene que empezar a aplicar las herramientas de las que dispone, o será acaso qué el fútbol está ajeno a su esfera de intervención. Además, es posible que no haya más luminarias que para ejecutar sólo por la negativa. No a los visitantes, no a los partidos en fines de semana, no a la prisión para las asociaciones ilícitas que constituyen las "hinchadas", no a la real asistencia a las entidades sin fines de lucro que resultan nuestros clubes.
Quedan tantas incógnitas abiertas. En algún caso, por qué el pacífico hincha del CADU tiene que temer a una suspensión de su estadio que lo obligue a seguir la definición del campeonato desde su casa, por qué los hinchas del Trueno desde hace años no pueden ir a alentar al Verde afuera de Los Polvorines, como todos los demás hinchas del ascenso directamente afiliado a la AFA, por qué la policía no tomó los recaudos para que la gente de San Miguel, muchos o pocos, estuvieran a resguardo de los simpatizantes locales que embistieron contra los jugadores citados primero y contra otras personas más tarde, por qué se respondió esa agresión.
El accionar de las personas que estuvieron de parte del Trueno en Zárate fue defensiva, no me quedan dudas, pero la violencia no tiene como primera instancia de respuesta la misma violencia, y al que le cabe este traje que se lo ponga.
Lo cierto es que, y repito, hubo múltiples culpables, de ambos lados, ya sea por acción, por reacción, o por omisión. NUNCA MÁS.

SE ESCAPÓ

Gmo Brown PM 1 vs 1 SAN MIGUEL El Trueno Verde lo ganaba con un lindo disparo de Iván Antunes, pero no lo pudo aguantar con uno más que el r...