MALA DECISIÓN, MAL FINAL
Tristeza, dolor, bronca, desazón, amargura. (mejor paro acá porque la lista empieza a ser interminable) Todo eso, o al menos esas cuatro sensaciones se me cruzan en la mente después de ver este vergonzoso presente de San Miguel. Peleando, como corresponde, por no descender. Y por qué como corresponde? Porque se hicieron los méritos suficientes para estar en esta zona tan límite como para temer lo peor. Todavía falta un partido pero seamos realitas…
San Miguel jugó un encuentro en Campana sabiendo que no debía perder. Así lo pensó Celín. El DT imaginó un empate en Dalmine y un triunfo en casa la última para salvarse de todo. Claro, no supuso de la victoria de Sacachispas en Ensenada ganando por primera vez en el año. Punto negativo: restó méritos del rival.
Y luego el partido. Un cotejo que careció de ideas claras. San Miguel defendió todo el PT y no atacó. Sí, se aproximó. Basta con eso? Alcanza? Algún desborde de Leandro Rodríguez y el ímpetu de Pablo Verdun fue muy poco para un equipo que quiere y necesita ganar. Pensó que Dálmine, por la amistad entre las hinchadas, le iba a regalar los puntos? Olvidate. Nada de eso sucedió. El local jugó el partido a ganarlo y con Falcón y Cóceres comenzó a hacer la diferencia pero sin profundidad en sus atacantes. El PT se fue sin que nos diéramos cuenta. Cero a cero penoso que a San Miguel le servía porque Sacachispas también empataba.
El segundo tiempo comenzó más movido para el Trueno. Iturrería trató de manejar la pelota y el Pato King hacer lo mismo por el otro sector. El Pato nunca volvió a ser aquel que provocara una sensación de que “algo va a hacer” tras su lesión. Dani Gonzalez, que llegó con lo justo, se debatía entre su cintura y Arnedo porque ese famoso doble cinco no funciona como tal y en ocasiones se pierde un jugador por estar los dos en la misma línea de la pelota. Sin embargo, cuando promediaban los 15’ ST, Leandro Rodriguez, inquietante por sus corridas, consiguió un tiro de esquina que él mismo ejecutó. La pelota cayó en el área, De Nicola (próximo jugador del Verde?) no la pudo contener y Patyricio Gonzalez King, desde el piso logra conectar para que el balón se introduzca en el arco pegada al palo derecho. Festejo, locura… En ese momento, y con la igualdad en Ensenada, San Miguel ya se salvaba de todo y provocaba, en la penúltima fecha, la Promoción de Sacachispas ya que le sacaba en ese instante cuatro unidades. Pero… En San Miguel siempre hay un pero… Raúl Celín realiza un cambio muy apresurado y temerario. Sacó a los 20’ a Leandro Rodríguez, el único con nafta y pimienta arriba, y metió a Francisco Luna para defender. Metió al equipo atrás él solo. Lo reconoció después y es muiy dignio eso, pero se supone que son los que saben. Cualquiera se dio cuenta que todavía faltaba una eternidad paras que termine y que, si después te empataban, no tenías herramientas para buscar un probable gol. Lamentablemente esto sucedió porque Otta, DT rival, metió a Mariano Gorosito por un defensor (Claro!!! Ya sobraban defensores!!) para atacar con más hombres y fue éste quien consiguió la igualdad cuando todavía faltaban 15’. Celín metió a Belozo a modo de manotazo de ahogado pero lógicamente no le alcanzó. Casi lo pierde el Trueno Verde pero una gracias a una salvada en la línea de Kulich y una atajada enorme del Gato Bustos impidieron volverse de Campana con las manos vacías y pensando en Atlas, Riestra o en vaya a saber quién.
Falta una fecha y todo puede cambiar, todo puede darse. Lo que no puede suceder es la toma de decisión tan incorrecta como la que se dio el lunes en cancha de Villa Dalmine.
