GOL DE LEO KULICH
Estaba claro el objetivo. "Hay sacarla a la mierda", decía Adrián Gonzalez antes de comenzar el juego. Y vaya si lo entendieron sus compañeros... Sacaron todo y se sacaron miles de chichones, sobretodo Scarnatto y Leo Kulich, que volvió a ser figura del Verde de Los Polvorines.
PARTIDO CALIENTE Y EL ZURDO STEINBACH COPANDO LA PARADA
Lescano, esta vez, fue cauteloso con el sistema. Caída la posibilidad de que juegue de entrada Ortigoza (llegaron los papeles, pero faltaba la firma del responsable Legal en AFA de la Mesa de la División C, que era justamente un representante de Lamadrid...), el D.T. optó por Ugarriza en el mediocampo y Maldonado de media punta con Steinbach solo arriba.
Mal no le salió la idea, un centro que Gonzalez baja de arriba le quedó servida la pelota a Kulich que, con toque de derecha, batió a Peracnic. Uno a cero y a empezar a sacarse la mufa.
El resto del juego fue más de lo mismo. Ambos equipos tirando el balón a modo de pelotazo al área para algún cabezazo salvador. San Miguel, con mucha actitud de sus jugadores, entendió (ahora sí) qué debía hacer en este partido. Lo que dijo Lescano en la semana, parece que esta vez sí tuvo eco en sus jugadores. Las dimensiones de la pequeña cancha obligaban al rechazo permanente y más, después del gol de Leo Kulich. La segunda parte San Miguel, aferrándose a lo que había logrado (llámese gol de visitante), lo cuidó como su preciado tesoro y retrocedió excesivamente contra su arco. No hubo jugadas de riesgo concreto, pero esos largos pelotazos al área no permitían un mínimo descuido.
KULICH Y EMA GONZALEZ POR LA DERECHA. OJEDA HACIENDO LA COBERTURA
El Trueno, cuando salió del asedio, tuvo alguna chance con un tiro libre de Maldonado que se fue cerquita del palo derecho del arquero o en un cabezazo de Kulich (la figura, otra vez) que dio, bombeado, en el travesaño. la búsqueda inceasnte del equipo de Fito Muñoz casi tuvo su premio con unlargo envío de Peracnic que se metió por arriba de Díaz, pero que fue, lógicamente invalidado porque el árbitro Juan Ledo había narcado como "indirecto" dicha jugada. La confusión general se debió a que el asistente número 1 corrió al medio del campo convalidando la jugada, pero sin observar lo que Ledo ya había decretado.