San Miguel volvió a dejar pasar
el tren de la pelea por los puestos de vanguardia. Esta vez, siquiera el Furgón
le vino bien. La derrota 0-2 ante la UAI Urquiza, pone a los de Gustavo
Cisneros en situación de tener que obtener los tres puntos en Laferrere, siempre
que, como decíamos en la editorial de entresemana, la idea sea meterse entre
los que protagonizan el torneo, y no entre los que sólo deberán luchar por
despegarse del fondo de los promedios.
Finalizado el primer tiempo, la
sensación era la de un San Miguel con alma batalladora, pero pocas luces de
mitad de cancha para adelante. La fricción había sido una constante en el
Trueno, algo que le permitió sostener los avances de los todo terreno que van
por las bandas en el puntero, más precisamente Eloy Colombano y Claudio Villán,
así como los arranques de Javier Monzón.
Para la parte final, todo se
volcaría para los de Guillermo De Lucca, en cuestión de un minuto fatal para el
dueño de casa. El San Miguel del primer tiempo fue el de los primeros cuatro
juegos del torneo, es decir, un equipo metedor y concentrado, que llevaba
peligro con la presencia de Alessandrini, comía piernas en el medio, pero
ganaba sin grandes lujos. En cambio, el Trueno Verde de los segundos cuarenta y
cinco minutos se asemejó al que se viene viendo desde la derrota con
Berazategui, esto es, un once con momentos de desconcentración que cuestan
caro, que se queda con uno menos sin sentido, y que no sabe cómo absorber el
primer golpe.
Antes del minuto, Adrián Pelosi
perdió en la trepada de Cristian González, quien, llegando por izquierda,
sirvió el centro para que Javier Monzón pusiera el primer tanto de la tarde. Enseguida
nomás, Alessandrini extendió demasiado el brazo, impactando con su codo a un
rival, recibiendo la roja por parte de Diego Colombo. Como Diego Montellano
frente a Berazategui, otra expulsión innecesaria, en mitad de cancha, y serán
dos jornadas sin el goleador del equipo.
Tras ese piñazo de Monzón, la UAI
buscó ampliar la brecha abriendo el campo de juego. Mientras San Miguel se
encerraba solo en el embudo que proponían Leonardo Céliz y Gonzalo Minguillón,
dos de los regulares mediocampistas de un Furgón que llegaba a Los Polvorines
después de dos frustraciones consecutivas.
Para terminar la faena, promediando
el segundo tiempo, David Ledesma hizo pasar de largo a Hernán Luzzi dentro del
área, y superó a un Ruggiero sin defensa alguna. Este gol del ex Excursionistas
fue contundente. San Miguel chocó con su propia impotencia. De nada sirvieron
los ingresos de Lautaro Acevedo y Mariano Lutzky, todo era cosa juzgada.
Se escucharon los primeros insultos en el Malvinas Argentinas, el clima se volcó en contra tan velozmente como la ilusión de una buena campaña se había presentado con el gran spring del arranque del campeonato.
Insistimos desde esta página que
de los errores se aprende, que el Trueno debería hacerlo rápido, pero ello no
ocurrió. Otra distracción, otra expulsión, el bajón futbolístico, y otra caída
como lógico corolario. También sostuvimos que es complicado buscar variantes
para los puntos bajos con derrotas. Gustavo Cisneros metió tres cambios tras la
igualdad con Español, entre ellas metió a un enganche, como Belozo, y cambió a
los centrales, saliendo Lucas Scarnato por Ariel Crespin. Veremos cómo se
encara el duro compromiso con Laferrere, en La Matanza. Por lo pronto, este San
Miguel está en su hora más caótica, será tarea ardua levantarlo.