Un nuevo tropiezo en este San Miguel que no puede salir de la crisis que atraviesa y apenas rescató un empate de Loma Hermosa cuando tranquilamente pudieron ser tres.
Y no fue triunfo del equipo de Hugo Parrado porque no se animó a ganarlo. Porque su ineficacia en ataque le impidió liquidar el pleito y porque, una vez más, como hace 14 partidos de forma consecutiva que recibe, al menos, un gol en contra. Esta vez, la cabeza se le metió en la cueva y en su afán de cuidar lo que consideraba como propio, se refugió y en un mal despeje de Scarnato, la pelota quedó embarullada y Emiliano Lencina sacó "ganancia de pescador" y con un remate certero y bien colocado al palo izquierdo de Grieger estableció la igualdad definitiva.
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| YA ENTRA LA PELOTA DE CRESPÍN Y ES GOL |
En el PT, San Miguel salió a buscarlo. Se plantó como visitante ante un equipo que de local llevaba una efectividad del 72% de los puntos en disputa. La idea del Cuerpo Técnico fue clara. Hay que rematar al arco. Y estar mucho más atento en todas las jugadas, en ataque y, sobre todo, en defensa. Adrián Bianchi es hoy el ayudante de campo de Parrado y escritor, pero se lo reconoce por su pasado como futbolista y actual Humanista invocando a sus libros de auto ayuda como referencia para lo que necesita el equipo. Un cambio de cara para saber que puede.
En cuanto al juego, buen trabajo hizo San Miguel en el Primer Tiempo. Los tres delanteros estuvieron muy movedizos y generoso con el equipo. Correa fue de un lado al otro sin cesar. Mariano Lutzky estuvo activo y con la cabeza puesta en el gol y en abastecer a Alessandrini que solo espera tener alguna (ya se te va a dar Polaco, paciencia). Lutzky, ex L.N. Alem, pudo convertir en un cabezazo con parietal derecho pero Noy contuvo acertadamente. Ya el partido estaba en ganancia porque con un doble cabezazo entre Scarnato y luego Crespín provocó el 1 a 0 parcial. Lo del gol de Crespín fue vital la inoperancia de Iván Noy, el Uno local, que tropezó y la pelota sencillamente le picó por encima de su cuerpo y entró junto al palo. Alessandrini, por las dudas, ya estaba ahí pero no fue necesario. Crespín se lo dedicó a su niño Nehuen y fue emotivo desde todo punto de vista.
El segundo tiempo, San Miguel no pudo liquidarlo. Tuvo una buena jugada de Facundo Rodríguez que, tras llegar al fondo, no supo si tirar fuerte al arco o tirar el centro a Lutzky que se relamía. Ni una cosa ni otra. Una pena. Tuvo otro remate "tres dedos" de Alessandrini que Noy apenas pudo desviar ante los insultos permanentes de su "compañero" Lobo que lo volvió loco. Hasta los 65' el Trueno Verde dominó a placer y le faltó rematarlo. Luego, sufrió la embestida local que con pelotazos y con un buen cambio de López por Toledo por parte de Lucas Nohra, intentó cambiar la historia. Y la logró con el gol de Lencina a los 84'.
Anteriormente, Parrado no pegó con los cambios. Lesionado Paccor, que fue salida permanente, metió a Victor Arnedo como marcador por derecha. Nohra, inteligente, puso por esa zona a Galeano y López para desnivelar. El equipo quedó muy abierto porque Peralta (ingresado por Lutzky) se abría por izquierda como volante por ese sector. Encima al haber ingresado Luzzi por Facundo Rodriguez los delanteros quedaron muy aislados, el equipo quedó largo y regaló literalmente el mediocampo que fue una maratón de camisetas Celestes. Error de Parrado.
Algunos puntos altos fueron la movilidad del equipo y sus intenciones de querer hacer algo en la cancha. La idea es rematar al arco y lastimar con el juego. El buen momento de Maximiliano Enriquez, colgado por Cisneros, fue lo sobresaliente a nivel individual. Una pena lo de Marcelo Paccor que venía cumpliendo. Grieger necesita atajar pelotas de gol para ser considerado y respetado. Por ahora, en un buen arquero salidor pero no atajador. Pato King y Berges cumplieron y a Facundo Rodríguez se le pide más sangre y lo de siempre, que a su buen juego individual empiece a pensar a jugar en conjunto porque esto no es single de tenis, si no un partido de fútbol con una idea de juego colectivo. Lo mismo que al arquero, cuando meta un pase gol entre línea será mejor considerado.
Parrado, confirmado día a día, y partido a partido, sabe que lo persiguen Cachín Blanco y Juan Tradito, entre otros y pese al conformismo de los dirigentes y de quienes ponen el dinero, necesita ganar para despejar dudas y confirmar su suerte como DT de San Miguel. Del resultado el sábado en Los Polvorines ante Sp. Italiano dependerá su suerte.
CRÓNICA: SEBASTIÁN COLOMBO
