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San Miguel fue pura impotencia y no pasó del irrelevante cero a cero frente a Cañuelas, en cancha de Juventud Unida. El equipo y el entrenador salieron insultados, salvo Braian Chávez.
Patricio Hernández metió cuatro cambios para intentar cosechar tres puntos después de tres juegos en el campeonato, derrota con Victoriano Arenas y empates con Riestra y Claypole. Lo más importante se daba con el retorno al once de dos jugadores que fueron protagonistas en los mejores momentos del Trueno en el certamen, estos son Kevin Dubini y Brian Sánchez. Poco pudieron generar.
En la primera etapa las oportunidades más claras fueron de Chávez, pero en la primera no encontró la pelota bajo el arco por la marca rival y en la siguiente el balón se le fue largo ante el arquero.
Para la parte final el Verde buscó sin claridad, sin embargo pudo abrir el marcador. Pero las malas decisiones en ofensiva lo impidieron. Por su parte, la visita también tuvo claras para quedarse con la victoria, fue la figura de Velázquez la que dejó todo en cero.
En definitiva, un empate más, tres puntos de doce, Hernández cada vez más cuestionado, y los puestos de reducido se pierden por el camino. Hay que recuperar la memoria futbolística de aquellos buenos pasajes, pero primero hay que recuperar la idea dentro del campo de juego.
