Qué empate sacó San Miguel en su visita a Midland!! Porque es una cancha difícil, donde llegaron a 15 los partidos que no pierden, y porque con la victoria en el bolsillo y la punta en soledad, el Trueno Verde se la virló sobre la hora.
No jugó bien el equipo de Santorelli aunque tampoco lo hizo mal. Empató de guapo el partido. Un encuentro que se dio peleado, embarullado, discreto y mal jugado. Así y todo fue el único que intentó llevar riesgo al arco rival, aun siendo intermitente en su juego.
El primer tiempo estuvo plagado de infracciones donde un permisivo Antonio Amato seguía las alternativas. Los dirigidos por Garate, con mucha gente en sus tribunas, intentaban llevar juego cuando la pelota pasaba por los pies de Policella o Arguello. Allí, intentaron recostar el juego en Bianchi para abrir la cancha y generar peligro. Los primeros 15' fue de lo mejor del local por el desconcierto que era la defensa del Trueno que se vio ahogada en Steinbach (muchas pérdidas) y Sadauskas que se lo notaba nervioso e inseguro. Aquí, salió a luz el buen trabajo de relevos de Daniel Gonzalez que tapaba huecos hacia ambos lados pero que, al jugar con líneas de tres, descuidaba también su zona. Coco Ojeda se comió a Maxi en ese tramo y fue el baluarte de mantener a su equipo equilibrado.
Arriba, poco del Canario Blanco pero es justo reconocer que desde sus pies nacieron las mejores opciones de gol del Trueno Verde. Ojeda castigó duro a Blanco en momentos del partido... Arriba mucho más activo Emanuel Gonzalez que Lalo García. A ambos, la línea férrea de defensores, se los comió. Nos referimos a Crespin y Paez de excelente labor.
El empate, finalizado la primera mitad fue lo mejor que le pudo pasar al encuentro. Pobre lo del local aunque con mayor tenencia del balón y San Miguel, quien pese a no tener el balón en su poder, llegaba de contragolpe como lo hizo con un remate de Berugo Ojeda arriba del travesaño o una llegada de Lalo García que no pudo conectar de zurda.
El segundo tiempo estuvo de más hasta la nueva distracción defensiva que, detrás de Steinbach y delante de Berugo Ojeda, provocó el ataque local. Apareció solito y solo Bruno Policella en el área chica y ajustició a Evangelisti que nada pudo hacer.
De ahi en más, todo el partido fue San Miguel. Santorelli metió en cancha a Ludueña por Maxi Ojeda y el equipo se paró con un 3-3-1-3 al mejor estilo Bielsa. Ludueña fue más guapo que astuto porque bajaba a buscar la pelota y no era su función pero fue el símbolo del Trueno tras el 0-1. Mucho sacrificio y actitud. Blanco se hizo dueño de las mejores situaciones y generó una acción por derecha increible eludiendo a dos hombres y enviando el centro pasado para la cabeza de Luna que remató de pique al suelo como marcan los libros pero el arquero local Paz sostuvo magistralmente la acción. San Miguel empujaba y el DT hizo otro cambio. Metió al flaco Rubortone por Berugo y Luna pasó a la derecha. Insistía San Miguel, con más fuerza interior que juego. Ya parado con dos defensores (Gonzalez y Steinbach) y con Sadauskas colaborando más en el medio, se la jugó en una acción tumultuosa cerca de la media luna del área local. La pelota picó alta y tras varios manotazos y agarrones, García alcanzó a desviar al pecho (o mano?) de Ludueña quien, a pura potencia, conectó con el empeine derecho al gol. Delirio y descontrol por un lado. Bronca y desazón por el otro.
Tremendo por lo emotivo. Se empató un partido que quizás antes se perdía. Esta vez se dirá que el punto servirá si se le gana el martes ante Laferrere, pero esta tarde se ganó más que un punto, se ganó en actitud, se ganó en autoridad.
