El Trueno frenó su marcha ante el CADU, con dos yerros en el fondo que la visita supo capitalizar. San Miguel dispuso de varias chances para convertir, pero Bustos fue la gran figura de la primera etapa, y Alejandro García tuvo cuanto menos cinco ocasiones clarísimas de gol que no pudo concretar.
Para el local esta era otra prueba porque enfrentaba a Defensores Unidos, armado para pelear arriba, y porque ya había ganado el puntero Excursionistas, ahora distante a ocho unidades del equipo de Santorelli. No obstante, esta derrota, tras seis partidos sin caídas, aun deja al Trueno en la conversación por el reducido.
San Miguel tuvo el dominio del balón en buena parte del juego, pero no tuvo la serenidad para administrarla, y ni siquiera el ingreso de Maldonado cambió las cosas esta vez. El Verde arrancó el partido con algunos problemas defensivos, sobre todo porque Steinbach no mostraba la prestancia de otras ocasiones, y, a pesar de que supo corregirlo en el desarrollo del encuentro, sobre el final llegaron gruesos errores de Evangelisti y Daniel González que bien aprovecharon Davio y Figueroa para poner el 2 a 0 definitivo en favor del zarateño.
En ofensiva, lo mejor estuvo por el lado de Emannuel González, pero tampoco podemos dejar de comentar que García llegó a complicar al rival, sin embargo su imprecisión para la estocada final y la estupenda actuación de Ezequiel Bustos echan por tierra la que pudría haber sido la tarde del rosarino.
Más allá de las dudas del comienzo, la primera etapa fue la mejor del Trueno, más cuando el equipo ganó la mitad de cancha y empujó a los de contra su arco. Entonces, fue cuando creció la figura del arquero visitante, quien tapó tres pelotas que tenían destino de red. En San Miguel, Jorge Blanco volvió a estar lejos de ser el armador de juego.
En el segundo período, Darío Lema, el goleador del torneo, estrelló su segundo remate en el palo izquierdo de Evangeliti, con ésto el CADU llegando menos llevaba más riesgo que el Trueno. El conjunto de Los Polvorines apenas ocasionó un susto para los de Gustavo Di Giuli, nuevamente mediante un derechazo alto de "Lalo" García, quien supo ganarse su lugar en el área frente a Bonelli, pero generó otra de las broncas de la gente local con el delantero. Una cosa está clara, cuando a García se le abra el arco va a sacarse de encima una gran presión por anotar, pero mientras tanto sigue cargándose con frustraciones que lo nublan.
Finalmente, cuando la visita parecía conformarse con el punto, y San Miguel perdía claridad en la distribución del balón, llegó un centro pasado desde la izquierda, ante el cual Evangelisti salió muy desarmado y perdió con la atropellada de Davio, quien llegó emparejado con Sadauskas, y unos pocos minutos después de ingresado estableció la ventaja parcial para el Celeste. Una ventaja que sería concluyente cuando Daniel González no resovió bien frente a Davio, y Diego Figueroa, ex Trueno que no gritó el gol, pusiera el segundo entrando solo por el centro del área.
Para el Trueno es una dura caída, pero, así como tuvo el temple para levantarse tras cuatro encuentros sin victorias, aun creemos que el trabajo de la semana puede volver a dar resultados. Es cierto que poco queda para el partido con Villa Dálmine del miércoles, y encima el Viola encadenó sus primeros dos triunfos en el campeonato, pero será momento de que Santorelli aplique el inflador para renovar las esperanzas que hoy chocaron estrepitosamente contra el CADU.
El equipo formó con Evangelisti; Steinbach, Daniel González, Sadauskas; Victor Ojeda, Maximiliano Ojeda, Scarnato, Luna; Blanco; Emannuel González y Alejandro García.
Más tarde ingresaron Walter Giménez, Rubortone y Maldonado, Mientras que se quedaron en el banco Curieses, Ludueña, Arnedo y Kulich.
En San Miguel fue amonestado Victor Hugo Ojeda, quien suma su segunda amarilla en el torneo.
Para destacar, la convocatoria del hincha de San Miguel. Alrededor de 3000 personas ocuparon todos los sectores habilitados del Malvinas Argentinas, y, más allá de los nervios durante los noventa minutos de juego, respaldó al equipo una vez finalizado el mismo.